EXPOSICIÓN. "Manchas en el silencio", Cristina Lucas (5 de Octubre)



Hoy me he desplazado a Madrid junto con Ricardo Sánchez para visitar otra de las exposiciones obligatorias para cumplir el programa de la asignatura. En este caso, "Manchas en el silencio", de Cristina Lucas.
Siempre está bien visitar el centro de Madrid. Hay más arte en la arquitectura de los edificios que puedes ver dando un paseo por la zona entre la Gran Vía y la calle Alcalá (donde estaba la exposición, concretamente en la sala Alcalá 31), que en todas las exposiciones que hemos visitado.

Como estaba comentando, Ricardo y yo llegamos al edificio, (luego se nos unieron otros compañeros), y, a modo de agradable detalle de bienvenida, la señora de seguridad me confiscó la mochila tras pasarla por el control. su "¿Qué llevas ahí dentro"? no fue muy amistoso, la verdad.
Lo cierto es que llevaba bastantes cosas sospechosas... cúter, pinceles, pinturas, plomada... (A la salida pude recuperar mi mochila)

Pero centrémonos en la exposición. La artista, Cristina Lucas, pretendía mostrar, a través de una serie de mapas, el horror de la guerra, centrándose en los bombardeos, y tomando como punto de partida los acontecidos en Guernica en 1937. Los mapas mostraban distintas zonas del mundo, en orden cronológico, hasta llegar a la actualidad, en los que estaban bordados (presumiblemente a máquina, aunque no he logrado saber cómo lo ha hecho exactamente) los puntos y nombres de lugares en los que se han producido bombardeos. Algunos mapas estaban tan saturados de puntos que era difícil distinguir las formas de las líneas territoriales.
El resto de la exposición giraba en torno a los mismos conceptos, el tiempo, el aire, los aviones (en este caso como elemento que ha permitido al hombre romper sus limitaciones físicas y elevarse en los cielos, pero que también se ha usado con propósitos más perversos,  como la guerra).
Me acabo de referir al tiempo.
Bien, esto lo digo porque en la planta superior había 360 relojes ("Clockwise" es el nombre del montaje), organizados uno tras de otro a lo largo de la longitud de las paredes, representando el tiempo de forma global, mostrando todos los usos horarios. Cada reloj está cuatro minutos adelantado respecto del anterior.

 Todo esto gira alrededor de la instalación con vídeo "El Rayo que no cesa" como elemento principal, cuyo nombre se interpreta fácilmente al ver que refleja, desde 1912, los ataques aéreos sobre objetivos civiles. Podríamos haber estado toda la tarde allí y no terminar de ver el vídeo.
Por último, la exposición se complementa con una serie de piezas relativas a los mismos temas, como "Fórmula de la elevación", o un mural que muestra los miles y miles de nombres de todos los lugares que han sido víctimas de ataques aéreos.

La verdad es que entiendo esta exposición como un gran proyecto de investigación histórica, con el objetivo de sensibilizar al visitante, de hacerle reflexionar, más que como una obra de arte, al menos en el aspecto técnico y estético. Si es cierto que la artista incorpora elementos como los relojes, el cartel gigante de la fórmula del vuelo... pero me quedo más con el mensaje y la información que con la expresión artística, la cual no me ha terminado de convencer.

Aquí abajo dejo una muestra de fotos de algunas de las obras expuestas. (Fotografías de Pablo Donado Peris)


"Tufting" (2017). Central Europe, 1945. Cristina Lucas. Bordado a máquina.
"Clockwise" (2016). Cristina Lucas
"Clockwise" (2016). Cristina Lucas

"Fórmula de la elevación" (+ extrañas contorsiones de Ricardo)












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